El grupo que se armó en el curso de guión con Diego Agrimbau se ha vuelto a juntar. Es muy interesante el intercambio de ideas, la frecuencia de las charlas, la magia intacta, el delirio, los zombies travestis, los travestis zombies y las grandes discusiones que salen. Me siento más fresco que nunca. La energía que recorre mi cuerpo al escribir es sensacional. Me siento como una botella de coca cola con tres pastillas de Mentos que están por explotar.
No nos olvidemos del niño que llevamos adentro y saquemos ese mundo de pesadillas e imaginación para contar.
Saludos
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